martes, 15 de abril de 2014

CON UN BOLÍGRAFO COLOR COBRE...8.

CON UN BOLÍGRAFO COLOR COBRE.

Sentimientos fragmentados.

Fragmento 8.

Era ya muy tarde pero aún no había amanecido, habíamos estado toda la noche despiertos, trabajando, intentando iniciar este proyecto. Yo escuchaba el sonido suave de tu voz mezclándose con el roce de la pluma en mi cuaderno.

La luna, a poca altura muy cerca del horizonte, parecía despedirse de nosotros. Los dos la vimos marchar. El aroma era cálido en la habitación. Levanté la mano para acariciar tu rostro y sentir tu calor, empezó a ser difícil describir tus sentimientos sin mezclarlos con los míos.

Y tú, joven amigo, insistes en seguir cambiando, la velocidad va en aumento. Habrá que tener cuidado.
Y esa joven que deseó ser madre, sonreía, quería olvidar el sueño antes de despertar.
La hierba a tus pies, como una verde alfombra, te hacía sentir poseedor de esas tierras.
Empezaban a nacer en ti, brotes de seguridad y te ilusionaste con la idea de viajar a las estrellas.
Y esa joven permanecía dormida, aún le quedaba mucho por soñar.

El cielo azul intenso, no se oscurecía al llegar la noche, la paz inundó este hermoso lugar, tus ojos perdidos en alguna parte de mí, me proporcionaban la fuerza para seguir escribiendo y, al fin, te decidiste a cantar, porque habías elegido el camino acertado, ése que huele a tierra mojada y deja intuir que el río está cerca, ése que muestra pequeñas plantas de flores rojas, ése que conserva las huellas del lobo, ése que está rodeado de una vegetación muy espesa. Pero ese camino es el que te trajo hasta aquí y ahora la luna está de nuevo a poca altura, muy cerca del horizonte, pero ¿por qué están mojadas tus ropas? Tu velocidad va disminuyendo ¿Estás dispuesto a frenar? Puede que tengas poca gasolina y que sólo quieras repostar.

No precipites las respuestas pero escucha con atención, hay mucho de qué hablar.

Háblame del Sol y la Luna, háblame del color del mar.
Cómo hablas con los animales, por qué los alimentas, quién te enseñó a cantar.
Háblame de monstruos y dragones, ¿existen las fuerzas del mal?
Háblame de la forma de las nubes ¿qué entiendes por tempestad?
Háblame de las aves ¿Te gustan los halcones? ¿Has visto al águila imperial?
Dime a qué hora riegas las semillas, qué día empezarán a brotar.
Háblame de tus pasiones, tus debilidades, ¿conoces la libertad?
Llevas emociones en tu equipaje, sentimientos en los bolsillos, qué entiendes por confianza, cariño y amistad.
Háblame de las montañas y de los ríos, de la nieve, las heladas, del calor y del frío. Díme, ¿es salada el agua de tu mar?
Cuéntame tus paseos, aventuras y viajes, qué significado tiene la timidez, la angustia y el coraje.
Háblame del valor, la lealtad, de recuerdos, de pasado, de olvido, qué es el movimiento y la ansiedad. Dime ¿qué flores te gustan? y ¿cuándo aprendiste a nadar?

Recordemos que la luna está a poca altura y están creciendo las olas en el mar, que la mujer abrió su ventana y dejó marchar la soledad y que el general fue al puerto y vió un pequeño barco zarpar, que una madre piensa en su hijo y nunca lo deja de amar.

Beberemos en copas de oro y plata, después de oir tu música, que entre el aire por la ventana.

Despierta, ya es mañana.


... continuará... 



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