sábado, 1 de marzo de 2014

Datos interesantes... a tener en cuenta...

Algunos de los productos que hemos utilizado en el menú anterior... y que utilizamos con cierta frecuencia, tienen unas características y propiedades que está bien saber.

EL CEBOLLINO:

Es una planta originaria de China y muy apreciada en todo el suroeste asiático, donde suelen utilizar una variedad de cebollino más grande llamado cuchay, que tiene un aroma entre cebolla y miel. Lo utilizan mucho en sus magníficas ensaladas.
Su sabor recuerda al de la cebolla, pero más delicado y menos persistente. Es rico en vitamina A y C. Se le atribuyen propiedades estimulantes, diuréticas y antisépticas.

En cocina: su color verde vivo alegra y da mucho sabor a cualquier plato. Combina bien con los platos de huevos, tortillas, salsas, ensaladas, quesos, pasteles salados en general y para aromatizar aceites y vinagres.
Es mejor añadirlo a los platos en el último momento ya que la cocción disminuye su sabor.
Por su forma, largos y delicados tallos es muy indicado para la decoración de platos. Forma parte de las llamadas finas hierbas.

EL LIMÓN:

El lugar de origen del limonero, igual que el resto de los cítricos, debe encontrarse en algún lugar entre el Himalaya y el sur de China, donde ya era conocido antes de nuestra Era. En Europa, se cree que lo introdujeron los árabes. Ahora crece en las zonas templadas, no le gustan los climas extremos de frío ni excesivo calor (a mi tampoco, me iré a vivir en cuanto pueda cerca de un limonero).

Tiene muchas propiedades, la piel contiene todos los aceites aromáticos de los cítricos. Es rico en Vitamina C, calcio, cloro, magnesio, fósforo, potasio, sodio y azufre y en pequeñas cantidades, hierro y cobre.
El zumo de limón fortalece el corazón, regula la presión sanguínea, estimula el hígado y es especialmente indicado para proteger las defensas contra los resfriados. Tiene propiedades astringentes y antisépticas. Es antiescorbútico, vitamínico y antirreumático. Con todo esto, no nos podemos permitir olvidarnos de los limones en nuestra dieta.

En cocina: Ralladuras aromáticas, zumos ácidos, colores frescos, vivos... El limón sirve de base a multitud de platos y se utiliza mucho para los productos a la plancha, pollo, pescado, carne... también para escabeches y cocción en crudo, como los cebiches y carpaccios.

Añade un toque delicado en bebidas, pasteles, salsas, mantequillas, cremas... Se utiliza mucho tanto en platos salados como dulces. En infinidad de recetas el limón ofrece un increíble mundo de sabores y posibilidades decorativas.

Salsa fácil para pasta: Cáscara de limón recién rallada, sal, pimienta recién molida, aceite de oliva y queso parmesano rallado, todo al gusto y conseguimos una exquisita salsa en un momentito. Sin mucho gasto, ni de dinero, ni esfuerzo, ni tiempo... en nuestra línea. Genial.

LA MIEL:

Desde muy antigüo se sabe que la miel es un alimento con importantes nutrientes para la formación de las células de nuestro organismo. Tiene innumerables virtudes, posee más de 180 sustancias distintas, vitaminas A, B y C, sales minerales, proteínas, etc... Las propiedades medicinales de la miel son conocidas desde siempre. Griegos y romanos la empleaban para curar heridas. Hipócrates la utilizaba contra la fiebre.
Ahora, la medicina natural ha hecho de la miel, un alimento emblemático. Nadie discute su poder antibacteriano y su capacidad para calmar los dolores de garganta y atenuar los resfriados.  También se aprecia por sus propiedades diuréticas y su poder energético. Estimula el apetito, mejora la piel, fortifica el estado general de nuestro organismo y regulariza las funciones intestinales. Y muchas cosas más.

En cocina: sirve para preparar adobos, aliños de ensaladas, salsas para pescados y carnes. Es muy rica añadiendola a los lácteos...leche, yogures, quesos... y a dulces de sartén, como pestiños, buñuelos, torrijas, etc.
En los sabores agridulces, como la salsa que preparamos ayer para las chuletitas de cordero, que quedó espectacular, no supo a poco,  la próxima vez tengo que hacer más cantidad.

De determinados productos, como la miel, se podrían decir infinidad de cosas y siempre nos quedaríamos cortos, pero bueno, lo importante es conocerla y sobre todo usarla con toda la frecuencia que podamos.

EL VINAGRE:

Tan antigüo como la humanidad, o por lo menos como el vino (que viene a ser lo mismo).

El vinagre y sus virtudes antisépticas, aromáticas y refrescantes ya se conocían desde la antigüedad. Son muchas las alusiones históricas a este derivado natural vínico, pero quizás la más conocida y popular es la que se refiere a la esponja mojada en agua y vinagre que el soldado romano acercó a los labios de Cristo para aliviar la congestión que producía el tormento de la Cruz.

El vinagre (vino agrio) es el resultado de una degradación del vino. El alcohol del vino se oxida y provoca una reacción de las bacterias acéticas, las cuales desarrollan una saturación de ácido acético. Estas bacterias se encuentran de forma natural en la vendimia y se activan en el proceso fermentativo del vino, pero cuando la vinificación, la crianza y la conservación se realizan al abrigo del aire, desaparecen. Así pues, la forma natural de obtener un vinagre es dejar deliberadamente el vino en contacto con el aire.

Existen tantos tipos de vinagre como zonas vinícolas, pero claro, los mejores vinagres nacen de los mejores vinos. En España la zona más emblemática, es sin duda la de Jerez. (D.O.) Otra D.O. de vinagres en la comunidad europea es el Aceto Balsámico y en particular el de Módena, se elabora bajo unas reglas concretas en las provincias italianas de Módena y Reggio Emilia. Es un líquido denso, de gran finura aromática y extraordinario bouquet. (Me encanta, incluso con las lentejas)

3 comentarios:

  1. Oye, qué guay la recetilla de la pasta con limón, la voy a probar!

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  2. Siii, a mi me encanta echar un chorrito de vinagre de Módena a las lentejas, ya una vez servidas en el plato, no en la perola!

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